Han habido rumores sobre la disolución de la Comisión de Nominación Judicial Federal bipartidista desde hace algún tiempo, en la que he tenido el privilegio de servir.
La Comisión, apodada como “El JNC Federal”, es un organismo compuesto principalmente por abogados experimentados que son nombrados por los dos senadores de los Estados Unidos de la Florida para examinar a los candidatos que se presentan para jueces federales.
El JNC Federal del Distrito Sur es uno de los tres en Florida, y recomienda a los jueces que deciden casos desde los cayos, al condado de Palm Beach (los otros sirven a los Distritos Medio y Norte de la Florida).
Aunque no fue un proceso perfecto, los 35 miembros del Federal JNC produjeron una lista de 10 candidatos altamente calificados para el banco federal para llenar cinco vacantes cuando se reunió a fines de 2017. Y, nuevamente, recomendó nombramientos muy calificados recientes para el banco federal en 2019.
El riguroso proceso de entrevistas e investigación de antecedentes y los enérgicos desacuerdos entre los comisionados del JNC contribuyeron en gran medida a la calidad de las recomendaciones finales, que luego se convirtieron en los nominados por el presidente de los Estados Unidos y fueron confirmados por el Senado.
Ahora, con un nuevo presidente, deberíamos continuar el proceso. En Florida tenemos dos senadores estadounidenses del mismo Partido Republicano. Pero hemos visto que los funcionarios electos del mismo partido pueden, no obstante, estar en desacuerdo; por lo tanto, ¿por qué no dejar el JNC en su lugar para quitarles el trabajo de campo a los ocupados senadores?
Al final, tanto los senadores Marco Rubio como Rick Scott pueden estar de acuerdo con los finalistas, pero el presidente Demócrata Joe Biden puede simplemente negarse a nominar a esos candidatos para el cargo vitalicio. Eso podría llevar a un estancamiento, pero también podría obligar a ambas partes a comprometerse y concentrarse en recomendar a los candidatos mejor calificados para el poder judicial.
Los senadores conservan el poder de remitir y recomendar solo a aquellos individuos cuyas calificaciones y filosofías sean consistentes con sus principios.
Y como siempre, los senadores pueden cambiar la composición del JNC de mutuo acuerdo en cualquier momento.
Sin embargo, la eliminación del JNC en conjunto haría que estas nominaciones sean menos transparentes y podría producir resultados potencialmente embarazosos si los nominados no son examinados adecuadamente.
Deberíamos mantener el Federal JNC. El proceso es beneficioso para los senadores, el presidente y, lo que es más importante, para el público, que depende de un poder judicial federal justo y calificado.
Renier Díaz de la Portilla, Esq.
Caserta & Spiriti, Abogados